Actualmente el país se encuentra sumergido en una
crisis económica que, cada día más, afecta a un mayor número de personas y
sectores que comienzan a perder esa fuerza que les mantenía al margen. En esta
situación afloran con mayor fuerza las desigualdades económicas entre los
diferentes grupos sociales, entre ricos y pobres, lo cual podría desembocar en
una crisis del propio sistema del país.
La conciencia de clase que está despertando esta
crisis está llevando a la gente a manifestarse, opinar, hacer que su voz se
oiga tanto en las concentraciones como en las redes sociales, pese a que hace
unos meses el clima era de normalidad. Aquí es donde entran al juego los medios
de comunicación, haciendo de mediadores entre quienes tienen el control y
quienes se mantienen expectantes para ver qué sucede. Los medios de comunicación
han frenado en numerosas ocasiones los efectos que podrían desatar, y
finalmente han logrado, las imágenes e informaciones de otros países donde las
personas han tomado la iniciativa de ir contra el sistema que les gobierna.
Se habla en los medios sobre las subidas de la
gasolina, alimentos, ropa,… con una naturalidad que hace que el espectador no
repare en lo que realmente eso significa, sino que, simplemente lo asimila a
base de repeticiones como algo normal que es inevitable y que hay que afrontar,
consiguiéndose así ese efecto de control sobre la audiencia.
Rubén Ciudad Sesmero y Andrea Gálvez Gavilán
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